viernes, 14 de noviembre de 2014

Algunas Notas a Apocalipsis I, 7-8 (II de II)

8. Yo soy “el Alfa y la Omega”, dice Yahvé, el Dios, “el que es y el que era y el que viene”, “el Todopoderoso”.

Notar en todos los casos el uso del artículo definido.

Sales: “Dios eterno, infinito y omnipotente confirma con su autoridad la realidad de la venida de Jesucristo para el juicio”.


I) “Yo soy el Alfa y la Omega

Este atributo se usa de nuevo en XXI, 6 y en XXII, 13; en el primer caso para el Padre y en el segundo parece que se le atribuye a Jesús.
Cfr. también Is. XLI, 4; XLIV, 6; XLVIII, 12.


Notas Lingüísticas:

Zerwick: “Ἄλφα καὶ Ὦ (alfa y omega): expresión rabínica adaptada al griego”.


Comentario:

Allo: “Esta designación (el Alfa y la Omega), que será aplicada más tarde al mismo Jesucristo, significando también la divinidad de su Persona, tiene una analogía con el símbolo rabínico de la “Sékinah: אֵ ת (Aleph-Tau), o א מ ת (solidez)”.


Gelin: “La designación simbólica de la Divinidad, más precisamente: de la infinitud divina, por medio de la primera y última letra del alfabeto griego es tal vez la transposición de un procedimiento tomado de los rabinos. Como se sabe, la sigla de la Sékinah (= Presencia gloriosa) era אֵ ת (Aleph-Tau), o א מ ת (solidez), palabra obtenida por la adición al símbolo precedente de la letra que está en la mitad del alfabeto hebreo; pudiendo figurar así las tres fases de la duración infinita.”

Bartina: “Expresiones semejantes se encuentran tanto en la literatura clásica como en la rabínica. En esta última se dice, por ejemplo, que Adán transgredió la ley de la alef a la tau; que Dios bendijo a Israel de la alef a la tau; que el sello de Dios es el ´emet, es decir la verdad, la fidelidad o firmeza; y esta palabra se escribe con la primera, la mediana y la última letra del alfabeto. Es típico del estilo hebreo expresar con dos conceptos opuestos la totalidad de las acciones, en la cosa de que se trate”.

Charles: “Este es un número natural para la primera y última de todas las cosas (…) Entre los judíos toda la extensión de una cosa a menudo se denotaba por la primera y última letra del alfabeto אֵ ת. Así (Schoettgen, Hor. Heb. in loc.) Adán transgredió toda la ley desde la alef a la tau; Abrahám observó toda la ley desde la alef a la tau; cuando Dios bendice a Israel lo hace de la alef a la tau. Representaba la totalidad de las cosas y por lo tanto podía expresar adecuadamente la Sékinah. De aquí que no sea improbable que “Alfa y Omega” sea una traducción griega de la correspondiente frase hebrea. El pensamiento expresado por este título es esencialmente el de Isaías XLIV, 6: “Yahvé de los ejércitos: Yo soy el primero y el último; y fuera de Mí no hay dios alguno”. Cfr. XLI, 4 y XLIII, 10”.

Fillion: “Yo soy: Este rasgo también tiene por finalidad marcar la perfecta certeza de la segunda venida de Jesucristo; Dios mismo es su garante”.


II) dice Yahvé, el Dios

Nota lingüística:

Allo: “λέγει Κύριος Θεός (dice Yahvé, el Dios): expresión frecuente en Ezequiel”.

Allo: “Κύριος ὁ Θεός  ὁ Παντοκράτωρ: se encuentra nueve veces en el Apocalipsis: I, 8, IV, 8; XI, 17; XV, 3; XVI, 7.14; XIX, 6.15; XXI, 22; es una expresión común en la literatura judía tardía, cuyas dos primeras palabras corresponden a Jahweh-Élohim”.


Comentario:

Allo: “Dios mismo (Κύριος Θεός = Jahweh-Élohim), y no el Hombre Dios, que jamás es nombrado de esa forma, declara que por el triunfo de su Cristo, todas las cosas encontrarán su consumación en Él, que es tanto el fin como el principio, el Alfa y la Omega”.

Bartina: “Habla aquí el Padre y revela atributos trascendentes de la divinidad. Señor o Κύριος equivale al nombre inefable Yahvé (yhwh). Dios ( Θεός) se refiere en el NT casi siempre al Padre y corresponde a la forma ´Elohim del AT”.


III) “el que es y el que era y el que viene”

Este atributo es privativo del Padre. Cfr. I, 4; IV, 8; XI, 17; XVI, 5.

Cfr. lo dicho en I, 4.


IV) “el Todopoderoso”

Una vez más, atributo exclusivo del Padre a través de todo el libro: IV, 8; XI, 17; XV, 3; XVI, 7.14; XIX, 6.15; XXI, 22.


Notas Lingüísticas:

Tal como lo señalan varios autores: Todopoderoso = Παντοκράτωρ = Sebaoth.


Comentario:

Bartina: “El cuarto atributo, también de alcance triunfales, Παντοκράτωρ, suele traducirse mal por Todopoderoso. No se trata aquí de la omnipotencia divina, en sentido filosófico (la cual, por otra parte, se halla bien atestiguada, incluso por la misma Escritura; cfr. Lc. I, 37), sino del poder absoluto de dominio sobre todos los seres creados, necesarios o libres. La expresión “el Señor, Dios (el Padre), Dominador de todo”, está calcada del AT (Os. XII, 6; Am. III, 13; cfr. Is. VI, 3). Según el AT se entiende por “ejércitos” los distintos grupos de seres creados: ángeles, astros, animales, plantas, con sus diversas categorías. En el Apocalipsis, el contenido de Dominador de todas las categorías de seres creados y sus acciones, Παντοκράτωρ, queda modificado hacia el sentido de los acontecimientos históricos. Dios es Señor de la historia y de los que tejen los hilos de la historia. En todo el libro, la palabra Παντοκράτωρ se aplica al Padre (I, 8; IV, 8; XV, 3; XVI, 14), incluso con exclusión redaccional del Hijo, que es Cristo o el Cordero (XVI, 7; XIX, 6.15; XXI, 22). Solo una vez la glorificación al Padre (Παντοκράτωρ) se dirige juntamente a Cristo (XI, 15-18)”.

Un par de cosas sobre este interesante comentario:

1) Mantenemos la traducción literal “Todopoderoso”, pero con la explicación que le da el autor, que nos parece la verdadera.

2) El sustantivo Παντοκράτωρ es usado: Al comienzo de la Septuagésima Semana (IV, 8), a la mitad de la misma (XI, 17), después de la tercera copa (XVI, 7), después de la caída de Babilonia (XIX, 6) y en la descripción de la Jerusalén Celeste (XXI, 22), y no tiene mucho que ver con los “acontecimientos históricos”, a menos que por esto se entienda (cosa que el autor no hace) la Septuagésima Semana y el Milenio.


3) Nos parece que la última afirmación es inexacta ya que hay que distinguir el v. 15 dirigido al Hijo (“grandes voces”, no se dice de quién) y los vers. 16-18 en donde los 24 Ancianos se dirigen al Padre.