lunes, 1 de abril de 2013

Addenda I: Los Reyes de la Tierra.


Nota del Blog: Análoga a la sección Retractationes, la presente tendrá por finalidad actualizar los posts agregándole las citas u observaciones que creamos necesarias en confirmación de lo expuesto.

  Cuando hablamos del VII grupo de personas en el Apocalipsis: “Los Reyes de la Tierra”, dijimos que había que distinguir entre antes y durante el Milenio. Varios pasajes del Antiguo Testamento confirman lo que habíamos dicho al respecto:

I) Antes del Milenio:

Sal II, 1-2: “¿Por qué se amotinan las gentes, y las naciones traman vanos proyectos? Se han levantado los reyes de la tierra, y a una se confabulan los príncipes contra Yahvé y contra su Ungido[1]

Sal. LXXV, 13: “Hasta la furia de Edom redundará en tu gloria, y los sobrevivientes de Emat te festejarán: haced votos y cumplidlos a Yahvé, vuestro Dios, y todos los pueblos en derredor suyo traigan ofrendas al Temible; a Él, que quita el aliento a los príncipes; al Terrible para los reyes de la tierra”.


Is, XXIV, 21: “En aquel día Yahvé juzgará a la milicia del cielo en lo alto, y aquí abajo a los reyes de la tierra. Serán juntados como se junta a los presos en la mazmorra, quedarán encerrados en el calabozo, y después de muchos días serán juzgados. La luna se enrojecerá y el sol se oscurecerá, porque Yahvé de los ejércitos reinará en el monté Sión y en Jerusalén, y delante de sus ancianos (resplandecerá) su gloria.[2]

Ez. XXVII, 33: (Elegía sobre Tiro) “Con las ganancias de tu comercio marítimo hartabas a muchos pueblos; con la abundancia de tus riquezas y de tus mercancías enriquecías a los reyes de la tierra[3].

II) Durante el Milenio:

Tobías XIV, 5-9: “A la hora de su muerte llamó a sí a su hijo Tobías y a los siete jóvenes hijos de éste, nietos suyos y les dijo: “La ruina de Nínive está cerca; pues la palabra del Señor no dejará de cumplirse; nuestro hermanos que están dispersos fuera de la tierra de Israel, volverán a ella; será repoblada toda su tierra desierta, y reedificada de nuevo la casa de Dios, que fue allí entregada a las llamas. Volverán allá todos los que temen a Dios; los gentiles abandonarán sus ídolos y vendrán a Jerusalén para morar en ella. Allí se regocijarán todos los reyes de la tierra, adorando al Rey de Israel[4]”.

Sal. CI, 14-17: “Tú te levantarás y serás propicio a Sión, porque tiempo es ya de que te apiades de ella; ha llegado la hora. Ya tus siervos aman las piedras. Sienten compasión de sus ruinas. Así, oh Yahvé, los gentiles reverenciarán tu Nombre, y tu gloria todos los reyes de la tierra, porque Yahvé habrá restaurado a Sión, y Él se mostrará en su gloria[5]”.

Sal CXXXVII, 4-5: “Te alabarán Yahvé todos los reyes de la tierra cuando hayan oído los oráculos de tu boca; y cantarán los caminos de Yahvé: “Grande es ciertamente la gloria de Yahvé”[6].

Sal. CXLVIII, 11: “Alabad a Yahvé desde la tierra… reyes de la tierra y pueblos todos…”.

Cfr. también Sal. LXXXVIII, 28.


[1] Straubinger: “Gramática concuerda este pasaje con Ap. XIX, 19…

[2] Pasaje claramente escatológico como lo indican Straubinger y Lacunza (Tomo 1, pag. 122 y Tomo 4, pag. 16, ed. de M. Belgrano).

[3] Straubinger: “Hay en este pasaje, como lo muestra Gramática, muchas expresiones semejantes a las que se usan para la Babilonia apocalíptica (cfr. Apoc. 18, 11-19; Sal. 136, 8 y nota). Véase 26, 1 y nota”.

[4] Straubinger: “8 s. Véase 13, 14. Profecía acerca de la vocación de las gentes y del triunfo final de la Iglesia después de la conversión de Israel (Rom. 11, 25) y de la destrucción del Anticristo (II Tes. 2, 8; Ap. 19, 11 ss). Sobre esto dice Santo Tomás: “Después de la muerte del Anticristo habrá para la Iglesia doble motivo de consolación, a saber: la paz y la multiplicación de la fe, pues entonces todos los judíos se convertirán a la fe de Cristo”.
Notar que Tobías anuncia aquí el fin del cautiverio de Israel en forma tan majestuosa que es fácil comprobar que nunca se ha cumplido hasta el día de hoy. Sobre este tema nada mejor que el Fenómeno VII de Lacunza “Babilonia y sus cautivos”. La Babilonia del Apocalipsis es llamada aquí “Nínive” así como en Ez. XXVII es llamada “Tiro”.

[5] Sin dudas la referencia es al Milenio. Straubinger comenta: “Admirable promesa mesiánica: todos los pueblos y reyes adorarán al verdadero Dios. Esto no se cumplió en el regreso a Babilonia (Sal. 95, 1 y nota); está vinculado, como expresa Santo Tomás, a la conversión de Israel. “La gloria divina está interesada en la restauración de Israel. Naciones y reyes temerán y honrarán a Yahvé cuando comprueben que Él ha reedificado a Sión y ha desplegado su magnificencia; que ha escuchado la plegaria de aquellos a quienes los enemigos habían despojado y que parecían perdidos y sin esperanza” (Calès)… “Según una de las más grandiosas ideas de los profetas, la restauración de Israel tendrá por coronamiento la conversión de las naciones. Así se establecerá el reino de Dios sobre la tierra (Desnoyers)…”

[6] “Un día los reyes de las naciones se convertirán al verdadero Dios al ver qué promesas había hecho Él a Israel por sus profetas y cómo las ha realizado maravillosamente…” Calès, citado por Straubinger